A todos nos persigue un refrán. Casi casi desde el principio. Es difícil huir de él. No sé si se consigue. Probablemente no.
Tenía cinco o seis años la primera vez que fui consciente de que me perseguía un refrán. Mi madre vino a recogerme al cole. Nada más subirme al coche me dijo lo que llevaba semanas queriendo escuchar: he pasado por el mercadillo y …
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