Pendientes
Hay autores que te acompañan en la subida y no te sueltan de la mano en ningún momento del trayecto
A veces el pensamiento es como una pendiente escarpada. Los primeros pasos resultan simples, casi automáticos, pueden darse sin más esfuerzo del que requiere fijarse dónde colocar el pie para no tropezar con una hendidura en la tierra o una piedra resbaladiza. Pero la pendiente avanza y se empina, y de pronto ya no es tan fácil continuar, y tienes que d…
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